Llevaba tiempo queriendo plasmar en forma de vídeo una idea que me rondaba en la cabeza: cómo fusionar el trabajo del cocinero con el nuestro. Y es que, en una ciudad tan gastronómica como Donostia, rodeados de grandísimos cocineros, siempre he visto muchas similitudes entre el trabajo de los cocineros y el nuestro, el de los barberos; incluso en el valor y dedicación del servicio -que más tarde se refleja en el precio del propio servicio-. Y, por fin, os traigo el resultado final, este vídeo que te ayudará a ver los parecidos entre un barbero y cocinero. ¿A que ahora lo veis más claro?

¿En qué se parecen un barbero y un cocinero?

Para dar forma a la idea necesitaba a la otra parte, los cocineros. Muchas veces es difícil poder explicar las cosas y que te entiendan como uno espera, pero he tenido la gran suerte de poder conocer a Jesús Viejo y Jesús Mena, del restaurante Bailara. Cuando les expliqué el proyecto no dudaron ni un instante en ofrecerse para la grabación. Y después llegó la otra parte, los responsables de la grabación, para lo que confié en Beñat Gereka de Txikota Komunikazioa.

¿En qué se parecen un barbero y un cocinero?Una vez que tenía preparada la parte técnica, había que pasar a la acción. Ha sido una auténtica suerte poder contar con este par de grandes cocineros, a los que encima podemos sumar que tienen unas barbas y cabelleras envidiables. ¿Qué en qué se parecen un barbero y un cocinero? En las conversaciones que tuvimos antes de realizar el rodaje del vídeo pude comprobar que ¡incluso compartimos marcas de herramientas!, como puede ser la marca japonesa KAI; o incluso las piedras de afilado de los cuchillos de cocinas que también utilizamos para afilar las navajas de afeitar.

Estaba claro que era complicado hacer el maridaje de pelos y comida, por motivos obvios. Así que, en esta ocasión, la imaginación tenía que funcionar con más tacto. En más de 30 años dedicados a la barbería y peluquería de caballeros y viniendo esta profesión desde mi abuelo-padre-tío he visto, desde niño, arreglar muchas barbas, hacer afeitados, cortes de pelo… y pese a que la esencia del trabajo se mantiene; en mi opinión, el valor del servicio ha ido mejorando, sin lugar a dudas.

Atrás quedaron las barberías sin aire acondicionado o calefacción, las barberías con una sala de espera con largas colas (¡hoy en día el tiempo ¿En qué se parecen un barbero y un cocinero?es oro!), las barberías con los suelos plagados de masas de pelo sin barrer… Esto en lo que respecta a barberías o peluquerías de caballeros, pero ¿y en los restaurantes? Lógicamente, aquí mi punto de vista es como cliente, y sin duda el paso del tiempo en el servicio es muy equiparable al de las barberías. ¡Cómo ha avanzado el sector de la restauración! Los comedores, la limpieza, la dedicación, las cocinas…

En el vídeo podemos ver la precisión y el gusto por el detalle: El cuidado de toda nuestra herramienta perfectamente organizada y de un uso personal de cada profesional; los cocineros también saben mucho de esto. La precisión de una navaja de afeitar en la piel de un cliente, las tijeras, que manejadas con destreza pueden llegar a unos puntos de precisión casi milimétricos; la espuma de afeitar esponjosa y blanca generada por una buena brocha de afeitar -como el merengue que se utiliza en los postres-, la minuciosidad de llegar a las zonas complicadas con la herramienta -como la colocación de flores con el máximo tacto en los platos-… Y, cómo no, ¡el blanco!: color inmaculado y limpio donde los haya, desde nuestros chaquetillas a las capas o manteles.

Et voilà! Como bien dice la leyenda al final del vídeo: eliveli men, el gusto por el detalle. En eliveli men seguiremos intentando dar todo lo mejor para nuestra apreciada clientela. Y es que esta leyenda del vídeo es el resultado de escuchar a nuestros clientes cuando terminamos nuestros trabajos y nos dan su aprobación.