Hace un tiempo te contamos en nuestras redes sociales que habíamos donado pelo a los centros de Formación Profesional de Don Bosco y Monte Albertia, para colaborar con ellos en un proyecto en el que analizan la posibilidad de utilizar el cabello como filtro anticontaminante. El objetivo es dar una segunda vida al cabello. 

Y es que, según recoge un artículo publicado en National Geographic, las peluquerías de Estados Unidos y Canadá tiran unas 31,5 toneladas al día de pelo. Esta cifra su multiplica hasta ¡por siete! en Europa. Casi todos esos residuos acaban en vertederos e incineradoras, donde pueden liberar gases de efecto invernadero nocivos que contribuyen al calentamiento global y al cambio climático.

Existen diferentes proyectos y estudios que buscan darle una segunda vida al pelo y usarlo para limpiar el petróleo y fermentar la tierra, entre otros usos. 

Bolsas de pelo para donar

Pelo para limpiar las mareas negras

La organización estadounidense sin ánimo de lucro Matter of Trust (MoT) convierte el pelo donado en alfombrillas cuadradas de unos dos centímetros de grosor, que se utilizan para limpiar las manchas de aceite. Al parecer el pelo es idóneo para este objetivo gracias a su capa exterior áspera y escamosa, que permite que el petróleo se adhiera a él. Y es que el pelo está compuesto en un 95% de queratina, y eso es lo que provoca que los objetos o sustancias aceitosas se peguen. 

Según un estudio realizado en Australia, los amortiguadores hechos de cabello humano reciclado podrían absorber 0,84 gramos de petróleo crudo en su superficie por cada gramo de cabello; más que el polipropileno, el plástico más usado para limpiar las mareas negras. 

De hecho, las esteras de MoT se han utilizado en grandes vertidos de petróleo, como los de Deepwater Horizon en 2010 y Cosco Busan en 2007.

El pelo como fertilizante 

Otra de las segundas vidas del pelo podría ser como fertilizante, ya que contiene muchas proteínas con un contenido relativamente alto de nitrógeno. El nitrógeno es crucial para el crecimiento de las plantas, y cada mechón de pelo contiene aproximadamente un 16% de este nutriente esencial. Además, el pelo libera los nutrientes más lentamente que una cantidad equivalente de fertilizante comercial, lo que es importante para evitar que el exceso de nitrógeno se filtre a los cursos de agua.

En Tanzania ya hay una empresa haciendo negocio que ha vendido más de 2.000 litros de fertilizante líquido realizado con cabello humano

En Sudamérica también se está siguiendo esta línea de investigación: MoT trabajó con agricultores chilenos para ver si el pelo podía ayudar a reducir la pérdida de agua por evaporación en olivos, aguacates y limoneros. Utilizando las esteras de pelo creadas a partir de pelo reutilizado, se consume menos agua. El acolchado de pelo también ayudó a aumentar el nitrógeno, mejorar la salud del suelo y aumentar la producción de fruta

Ya a inicios de la década de los 2000 hubo experimentos que probaron que el pelo sin abonar era útil para el cultivo de hierbas aromáticas, cultivos hortícolas y plantas ornamentales

Otros estudios con pelo reciclado

En Escocia investigan cómo el pelo puede sembrar praderas marinas y en Estados Unidos, de nuevo la MoT, se está usando pelo reciclado en las praderas del Parque Nacional de Presidio parar sembrar hierba púrpura y cebada de los prados bajo bolas de pelo en un suelo compactado que antes era una aparcamiento. De momento, aseguran, los resultados son espectaculares.